Estrategia Nacional de Salud 2021-2030: Salud Familiar y comunitaria

El Ministerio de Salud presentó avances de la Estrategia Nacional de Salud 2021-2030. En este proceso se desarrollaron los lineamientos sanitarios para la próxima década. La construcción de los objetivos considera los lineamientos provenientes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al 2030 y expone los principales desafíos sanitarios, estableciendo acciones y abordajes para enfrentarlos.

El Eje 1: Medio Ambiente y Entornos Saludables abarca a la Salud Familiar y Comunitaria como una de sus temáticas, hoy hablaremos al respecto.

En Chile, la salud familiar y comunitaria se implementa desde el Modelo de Salud Familiar y Comunitaria (MAIS), en donde la familia es el contexto social primario para promover la salud y, en caso de enfermedad, mejorar su estado de salud como un todo en las personas, familias y comunidades. Esto requiere de equipos de salud de cabecera con población a cargo, que conozcan su territorio y su población y le aseguren cuidados de salud centrados en las personas, con integralidad, continuidad en la red de salud y pertinencia cultural.

El MAIS, en lo esencial, describe las condiciones que permitan satisfacer las necesidades y expectativas de las personas con respecto a mantenerse sano y mejorar su estado de salud, ello, mediante el logro de los objetivos nacionales de salud y el fortalecimiento de la eficiencia, efectividad y eficacia de las intervenciones, en un contexto de políticas públicas de fomento y promoción de la salud de las personas y comunidades (educación, vivienda, recreación entre otros).

Para 2030, el Ministerio de Salud propuso como objetivo fortalecer el cuidado centrado en las personas, familias y comunidades, avanzando hacia la cobertura universal. Se plantea debido a una alta inequidad territorial en la distribución de recursos humanos en la red, deficientes procesos de selección, reclutamiento, ascenso, promoción y desarrollo de personas de la red de salud, inadecuado diseño e implementación de perfiles de cargo que respondan efectivamente a la necesidad de la red de salud y deficientes políticas y normativas para promover e implementar así como el deficiente registro de información e investigación que permita un desarrollo de políticas de gestión de personas basado en evidencia.

En este sentido la telemedicina encarna la unión fructuosa entre medicina y tecnología puestas al servicio de las personas, cada una de ellas aportando lo mejor de sus avances y conocimientos. Esto puede ofrecer innegables beneficios a todas las áreas médicas, pero especialmente a la atención primaria por la cantidad tan grande de pacientes que los médicos deben realizar en su práctica habitual.

El uso de plataformas de Salud Digital puede ayudar a acercarse a aquellos grupos que de otra forma quedan desprotegidos de la atención médica, pueden optimizar la atención tradicional y ofertar un servicio más eficiente y de mejor calidad, se pueden regular los costos y a generar una mayor satisfacción entre los pacientes.

Con el surgimiento de grandes retos globales como la pandemia, la telemedicina ofrece una oportunidad única para que acceso a servicios de salud de calidad esté cerca de las familias y las comunidades, se puede garantizar la continuidad de la atención y permite que esta se dé sin discriminación de ningún tipo.

La telemedicina no pretende ser un sustituto, sino un poderoso aliado de la atención médica tradicional que incide de manera altamente efectiva y eficiente en el bienestar y calidad de vida de las personas.

Fuente: https://cens.cl/wp-content/uploads/2022/03/Estrategia-Nacional-de-Salud-al-2030.pdf