La telemedicina llegó para quedarse

La telemedicina llegó para quedarse

 

La telemedicina llegó para quedarse, de eso podrían dar fe médicos y pacientes que la han utilizado en los inciertos tiempos que vivimos con el COVID-19. No es que se trate de una herramienta nueva pero sí tomó una preponderancia mayor a la que venía teniendo en los últimos años. 

 

Los beneficios están a la vista, y pareciera ser que la telemedicina goza de un momento prioritario tanto en la salud pública y privada del país. Es que no es menor contar con un beneficio que pueda entregar resolutividad estando fuera de un establecimiento médico, logrando que las distancias entre médico y paciente, salud y personas, se disminuyan al mínimo. 

 

Adopción y uso

Por contexto, las personas comenzaron a oír y leer mucho más sobre telemedicina, ya no era un sueño futurista, sino una realidad palpable a un clic de distancia. La pandemia ayudó a posicionarla como una salida eficaz y una forma de aplanar la curva de contagio. 

Desde este momento, el paciente puede acceder a salud sin trasladarse a un centro médico y así evitar el contagio por contacto directo, además de ayudar a no congestionar los establecimientos con patologías que pueden resolverse en una videoconsulta médica. 

Asimismo, contar con este beneficio también ayuda a sostener tratamientos o condiciones crónicas que requieren un seguimiento médico continuo. El abanico de posibilidades es tal, que con un smartphone e internet, puedes tener salud. 

 

Seguridad 

Mediclic se rige por la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro de Salud, HIPAA compliance. Esta es una ley estadounidense que nace en 1996 y que genera una base estándar de la información privada y sensible de los ciudadanos de Estados Unidos. 

Daniel Fridzon, CTO de Mediclic indica: “Nos regimos por esta ley para estandarizar la protección de datos de nuestros pacientes en todo LATAM debido a  que tiene altos estándares de seguridad y privacidad en el manejo de los datos, y en las videoconferencias entre médicos y pacientes”.

HIPAA exige el establecimiento de políticas y procedimientos (físicos y tecnológicos) para la protección de datos y entrenamiento del personal sobre el adecuado manejo de los datos sensibles.

 

Próximos pasos

No hay límites si pensamos en combinar medicina y tecnología, los alcances que podría tener la telemedicina serían aún mayores, teniendo en cuenta la posibilidad de conectar dispositivos que entreguen una información en tiempo real al paciente y puedan ser revisados por el médico en una videoconsulta. 

Si bien existen monitoreos a larga distancia, la llegada del 5G abre posibilidades de conexión y de crecimiento tecnológico que son impensados en este momento y sólo ayudarían a potenciar el uso y adopción de la telemedicina.